sábado

No hay nada peor que pensar que podía haber evitado todo esto, que ahora estarías aquí conmigo si no fuese por mí. Soy una ignorante, una egoísta que no deja de equivocarse, que no deja de destrozar vidas. No sé por qué sigo viva, no lo merezco. Daría lo que fuese para que vuelvas, te necesito aquí.
Echo de menos tus ganas de volar, tu constante alegría, tantos abrazos y tantos besos. Crecimos juntas y poco a poco te hiciste imprescindible. Te necesito, me encantaría volver atrás en el tiempo, tendría que haber llegado una hora antes y nada de esto hubiese ocurrido.
Debo decir, que eres una de las cosas que más me ha llenado, que eras el motivo por el que me despertaba cada día, que te echo de menos, y que me arrepiento tanto...
Un día sin tí, todo se me hace eterno y mi habitación se vuelve de un color gris. 
Guns N' Roses y Sum 41 se hacen vacíos ni no suenan junto a tí. La fuerza de tu voz siempre me hizo sonreír y ahora que no estás...
Todo se complica, barajo cada recuerdo junto a tí, las veces que nos jugamos la vida juntas, como estuviste a punto de morir a mis manos más de una vez.
Soy frágil, tu ausencia me hace debilitarme más y más. Tú me dabas alas, no volveremos a volar juntas jamás. No sé por qué hice todo esto.
Recuerdo tu cariño incondicional, no importaba como fuese el día, tú siempre estabas ahí, podía contar contigo. Por favor, sé que no leerás esto, que no podré decirte todo lo que siento ni lo arrepentida que estoy pero PERDÓNAME.
No creo en Dios, pero le agradezco cada instante de tu efímera existencia, le agradezco que aparecieses en mi vida, que la hicieses tal y como es.
Gracias por confiar en mí, por tantos "JUNTAS": por darme tu sonrisa tantas veces, por estar siempre ahí cuando necesité un abrazo, por sujetarme la mano por cada carcajada juntas, por cada caricia por cada siesta juntas, por cada tontería que nos hacía invencibles juntas, por cada canción, por momentos interminables junto a tí, por enseñarme tantas cosas, por regalarme tanto y por robarme otras muchas cosas, por cada seis horas y media interminables si tu voz, por las esperanzas que pusistes en mí, por echarte de menos en los almuerzos, por cada vez que nos séparábamos y nos uníamos llamándonos a voces. Te dije que te quiero algunas veces, pocas, demasiadas pocas, aunque todos decían que no me escuchabas ni me entendías, yo era feliz pensando que sí, pensando que sonreías por ello. Gracias por este mes increíble, por salvarme tú la vida a mí y por ser única, porque nada es suficiente y te mereces un mundo.
Por dedicarme el último brillo de tus ojos y tu último hilo de voz...

No hay comentarios:

Publicar un comentario