sábado

Hace tiempo que no gritaba, que el sonido no sonaba tan fuerte como para obligarme a dejar de escucharme a mí misma. Hace tiempo que no sentía el mundo sobre mis hombros en vez de bajo mis pies. A veces me pregunto qué soy, qué estoy haciendo bien pues sé todo lo que estoy haciendo mal. A veces los errores aparecen en mi piel, se transforman y calan hondo. Esa sensación, no saber a dónde mirar, esos momentos de desconcierto. Quizás comience a recordar o quizás deje de hacerlo. Sé qué meta quiero pero no sé qué camino escoger, de tanto tropezar mis pies se han inmovilizado, mis rodillas ya no responden. Son espirales que una vez te absorben, te aprietan las costillas hasta conseguir que el fino aire que viaja por tu cuerpo cese.

1 comentario: