lunes

Sombras.

Aún recuerdo con exactitud la última vez que vi marchar a alguien...
Tú, yo, el resto del mundo alrededor. Gritabas, me hacías llorar y te diste la vuelta, comenzaste a subir esas escaleras a toda prisa, sin darte cuenta de que no había marcha atrás. Llegaste al penúltimo peldaño, te paraste y me miraste. ¿Sabes? quizás, esperaba un te quiero, quizás esperaba un perdón, algo que me hiciese dejar de llorar o llorar más. Tu silencio recorrió mi cuerpo como un calambre, desde la punta de mis dedos de los pies hasta mi nariz, pero no consiguió llegar a mis ojos, que siguieron llorando sin verse afectados.
Veía tus pies desaparecer poco a poco, y con ellos un mundo entero lleno de ilusiones, de risas, de besos, de abrazos, de segundos, minutos, horas, días, semanas y meses juntos. Veía toda mi vida caer como precipicios. Te habías ido y sabía que no ibas a volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario